miércoles, 26 de mayo de 2010

Whisky en copa de balon, con mucho hielo.


Antes solíamos vivir en el libertinaje, y soñar en el cielo, pensar que cualquier cosa estaba a nuestro alcance, que cualquier sensación esperaba ser descubierta, pero todo aquello ya pasó, donde alguna vez hubo felicidad ni tan siquiera un ápice de ingenuidad, ni siquiera un atisbo de lo que solíamos vislumbrar, tan solo tú, nada más.
Jamás supe que decir delante de ella, más tarde me di cuenta, ella era mi único tema de conversación.
Recuerdo una de nuestras conversaciones, ella hablando, yo escuchando, el tiempo pasando, mi corazón amando y una vorágine errando. Pasó el tiempo y nuestros ojos se cerraron y nuestras mentes se encontraron, nunca un sueño fue tan alentador, nunca una noche fue tan larga, ni siquiera existíamos. Mi esperanza, en su boca se perdía, un intenso peregrinaje del que no logro regresar, pero eso es algo que también pasó, ahora todo es mucho más divertido.

A.G.G.

domingo, 16 de mayo de 2010

Chocolate Blanco


Ahora, la miras con otra cara, tus ojos miran de otra manera y tu corazon ama como nunca. Siempre quise tenerte y tocarte, y aun asi desapareciste, como solo tu sabes hacer. Haberte conseguido la primera vez habria sido demasiado facil, y parece que piensas recordarmelo el resto de mi vida, porque ahora vuelves a cruzarte por delante de mi, como lo hiciste la primera vez, como solo tu sabes hacerlo, porque solo tu consigues que mi cuerpo vuelva a vivir y mi corazon a sentir.

A.G.G.

lunes, 12 de abril de 2010

Los miserables sobre el exito.


Una vez vi un hombre, en la calle, era un hombre mayor de los que ni siquiera escuchan, un hombre que advertía con la mirada y ahuyentaba con un paso firme y sincopado,pero
me adelanto a lo que probablemente quieran decir mis palabras.
No tenia una mirada limpia, tampoco su voz era nítida como debiera.
Resaltaba su bondad ante la impotencia desiderativa del maximo exponente. La piel colgaba, intentando separar lo banal de interior impoluto, encerado, y a merced de un
fatídico destino. El marketing barato ya no decía nada, el socabon e un boceto espantoso, servido en bandeja de plata, la esperanza de los años en una esfera inexistente.
Uno, quizá varios cientos de pelos encrespando la figura latente de un hippie revuelto venido abajo. Marcas que revelaban no la fotografía sino el negativo de manos que no
agarran, uñas que no crecen, arrugas que apenas envejecen. Tan solo arrebatan el derecho supremo, la sensacion mas alentadora, el orgasmo mas puro; El reloj sin agujas.

Una vez vi a un hombre al que no volveré a encontrarme, y junto a el, un cartel que decía:
- No hace frío, cuando duermes en la calle.

A.G.G.

domingo, 21 de febrero de 2010

Amor oxidado de un recuerdo abandonado


Aquel día todo a su paso parecía destilar podredumbre, incluso los arboles se movían con mas alegría. No había nada que celebrar, tampoco nada que comentar, estaba vacío, y no hay mas.
Pura simbiosis con la vanidad humana, me convertí en el sudor de los desdicha y señor de los moribundos.

Aquel día. Aquel día el frío me calaba de otra manera, el viento recurría a mis fronteras, sin atreverse a rozar mi cara.
En algún momento, de entre aquellas horas que sembraban paranoia sentí al mundo,al mundo en deuda conmigo.

Sibilina, ahuyentada; fragmentada y diluida, sangre que no corría, sino brotaba, no estaba viva, sino muerta, ni siquiera respiraba. Tinte dulce de corazón amargo, donde el ácido nace, y fluye, donde la locura permanece sobre la cordura y termina la razón.

La tierra se reblandecía, la naturaleza agonizaba. En ocasiones lo corriente se aleja de lo privado para pertenecer a lo evocado, lo extraño, lo sin sentido, y aun así, tan divertido... En ese momento el orden natural de todas las cosas se ve desordenado, y el juicio espiritual de todo cuanto hiciste juega con el gemido de la venganza, cobarde y justa, estrambótica también.

Aquel día relucía exultante, rencoroso, incluso amable. Mis manos no respondían, tampoco mis piernas andaban como debían.

Aquel día quise desaparecer y no pude, entonces, decidí hacerla desaparecer a ella, dejar de amarla.

A.G.G.

jueves, 21 de enero de 2010

LA HECATOMBE DEL SEÑOR

Cuando todo empezó...
Levitaba entre la sensación de vieja gloria, tristeza en vez de tiempo.
lo importante de inculcar que el trabajo es la clase de todo había forjado mis sensaciones. En mi orgullo patrio descubrí la importancia de la circunstancia, mientras ellos en su edén establecido eran los que decidían, pero se escondían en todo.
Pasábamos de la rudeza y la actitud divertida del demonio de la Vicus, a la sutileza de la corte, a la muerte dulce, al sabor de la venganza lenta y sinuosa. El sabor pasado era nuestra condena.

Pero en todo ello puedo culpar a alguien que teniendo cero años lo estaba comprendiendo desde que lo escuchó, y seguía pensando que todo volvería a ser el estrellato que un día fue, porque se estaba estableciendo un orden absurdo y enloquecido, en el que resultaba complicado pensar.

Incluso algún agorero pensó que la tragedia sugería que el edén volvía a ninguna parte y que este destino no podía durar.
Esta redención no podía durar mientras las cosas estaban cambiando de verdad, y nunca volverían a ser de la misma forma.
Por supuesto esta presentación, lo de la redención, los sindicatos y todo lo demás, de momento no es mas que el movimiento de algunos y la pasividad de otros muchos.
La moral de todos se veía afectada, y aun así todos sentíamos la plenitud del sin hacer.
A decir verdad no es una forma espiritualmente eficaz para los tiempos que se avecinaban pero, ¿quién se daba cuenta?
Se avecinaban tiempos de puño de hierro, de Jesús envuelto, de la razón al servicio de lo trial, que hacían de la sed y la sutileza armas de cambio para aquella etapa atropellada.

Del siglo XII que eran épocas que avecinaban, se imponía el castigo del silencio ante la bravuconez de la amenaza, la sutileza maquiavélica ante la extensión directa...
Todo se convirtió en eregía, mientras las ordenes y las jerarquías cambiaban tan sibilinamente como una brisa de heno que te acaricia mientras carcome al borde de una playa mansa y envolvente.

En cambio hoy, todo es mucho mas evidente, sincero. Pero actuamos por detrás, tortuosamente, haciendo de la existencia el arte del engaño.

A.G.G.

miércoles, 13 de enero de 2010

Sensoris, una dama.

Dulce, no espesa, rugosa al tacto de mi lengua
retorcida, estirada, vertiginosa a mi mirada
saltarina, amagada, silenciosa en mis orejas
Lisa, indescifrable, pegajosa entre mis manos
fina, perlada, eterno perfume en mi cuello
pura, interminable, salvaje entre mis brazos.

A.G.G.

martes, 12 de enero de 2010

Ligero, plasmado y eterno.


Tan deprimente, y aun así tan escarbado
como el mar, que siempre pareció helado
fugaz de sol en sol, estrepitoso, y colmado
rocío dibujante, sentí evaporarse.

Puntiagudo, cuadrilátero, barniz sobre madera
piel sobre piel, brazo de carpintero
agria purpurina, tupida luz de sobremesa
negro sobre papel, estilográfica en tu piel.

A.G.G.