miércoles, 19 de agosto de 2009

sensaciones

la sofisticación de su nombre me lleva irremediablemente a situaciones de las que no puedo huir simplemente por no poder manejarlas.
Tan solo imaginar la onda, que recuerdo, producía el viento en su pelo aquellas tardes , en las que, solía pasear por la playa junto a mi... El agua nunca tocaba su ropa,se conformaba con acariciar su piel cuando el viento se lo permitía.Poseía una gracia especial para mantener el atractivo en cualquier situación, pero por supuesto, y como no se puede esperar de otra manera en una mujer de suscaracterísticas, su reputación era impoluta, lo que la hacia infranqueable.

Los hombres que la amaron no obtuvieron resultado, mientras ella, prefería sembrar su pasión esporádicamente cuando el azar hacia de las suyas. Nada de lo que hacia me era ajeno haciendo debido honor a la naturaleza humana, por lo que practicaba alguna cosa semejante al trabajo de investigación y que rozaba la persecución. Practicaba buen sexo y eso la hacia aun mas tentadora.

Su hombre...

la pasión forjada en ambos era semejante al efecto que fraguaba el amor distanciado. El se dedicó en cuerpo y alma a hacerla feliz mientras pudo, un hombre de un coraje infinito y acusado también. Ella amó incondicionalmente durante el tiempo que tuvo, pues no retuvo. Era feliz, ingenua; La infinita comodidad la había convertido en una mujer dispuestas a no perder nada.

El viajaba y ella le esperaba: el siempre volvía,la familia dormía, y entonces juntos eran capaces de hacer cualquier cosa. Como en cualquier familia que se precie los acontecimientos dejaban a descubierto todo tipo de escarpamiento...

...Y entonces...

Y allí estaba ella, años después, catástrofes después. Su cara reflejaba el mas intenso de los dolores y a la vez la soledad fluía por entre sus poros. Cuando su alma sentía, entonces, la expresión de su contorno era tal que eras capaz de compartir cada nota impresa en su corazón a lo largo del tiempo. Su mirada se clavaba en un horizonte ligeramente elevado y desplazado hacia la izquierda: Una insufrible mezcla entre melancolía, temor, inestabilidad y la añoranza que solo es capaz de sentir la persona sumamente marcada por el pasado. Sus maletas esperaban junto a ella frente a una balla que superaba el metro ochenta de recuerdos. Posiblemente en esas maletas no quedaran mas que ambiciones ya enterradas y eternamente presentes.

Hasta aquel lugar la acompaño alguien, alguien que alguna vez formo parte de su familia, y que probablemente por ello, no tuvo el valor de esperar, para ver lo que aguardaba al otro lado. El viento pretendía arrastrarla pero aquella mujer entró y se sumergió plenamente en el castillo de su vida. Aquellas paredes no traían mas que recuerdos, aquellas paredes transpiraban sensaciones, incluso palabras que algún día tuvieron sentido y que en aquel momento se convertían en polvo a su paso y simple verborrea.

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