domingo, 6 de septiembre de 2009

Cualquier vida


Como sentirte cuando la frustración que solo es capaz de sentir una madre recae sobre ti con una red que irremediablemente te obliga a sentirte mal y aun así liberado; ser un chaval y a la vez hombre viejo, con todo lo que ello conlleva, empezando por la libertad, inseguridad y sobreentendida impulsividad que irradia un joven, mezclada con la culpabilidad,constante preocupación, y delimitada acción que destila la vejez.
Era un chico que sabia invertir, no le importaba no tener solvencia para sus gastos mientras tuviera lo suficiente para desmadrar hasta no poder más. La vida le llevaba de un sitio a otro como si de un globo a la deriva se tratara, con esto el no pretendía mas que vivir hoy para morir mañana, o en el peor de los casos morir hoy para quizás, con un poco de suerte, resucitar mañana. La cabeza era algo que no le convenía asentar mientras tuviera fuerzas para trasnochar, al fin y al cabo, de que servía el esclarecimiento si el principio era prácticamente equiparable al final.
En cuanto a sus haceres se refiere, no se refiere a nada en concreto, pues nada en concreto era el titulo de sus quehaceres. Levantarse pasado el medio día sin preocupación u obligación alguna era el mayor de sus placeres, soñaba con poder hacerlo toda la vida y la filosofía no era otra que la de mientras sobreviva sin mover un dedo me mantendré vivo para reafirmarme sobre la idea de que siempre lo he podido mover. Sus credenciales residían por entre los ceniceros repletos de colillas, o entre las copas ya vacías que significan embriaguez, o también por aquellos “lugares” que solía visitar y en los que abundaba lo ya mencionado.
Su vida pasaba como cualquier otra, en cualquier momento, de cualquier manera... no era necesario intentar aflorar algo de pasión, sus acontecimientos se agrupaban uno encima del otro sin resaltar ninguno en especial, su historia seguía una hegemonía que transmitía algo peor que la indiferencia, la indiferencia en este caso mudaba en lástima, que a su vez se transformaba en compadecéncia con un ápice de angustia que rechazaba cualquier despreocupación.
Su gesto era innecesario, su mirada vacía, sus manos yacían, sus piernas inmóbiles, su pelo caía por cualquier parte, su sonrisa se se escondía, su cuello no se sostenía, su cuerpo se caía... sus ojos no miraban, sus manos no cogían, sus piernas no caminaban, su pelo no crecía, su boca no reía, su cuello no se ergía, su cuerpo no vivía, su nariz no respiraba...su torso se inclinaba hasta que los dedos de las manos rozaban sus rodillas y estas se encorbaban hasta que decidían dejar de funcionar, entonces pasaban horas y aquel cuerpo ausente de vida amanecía en cualquier rincón, de cualquier calle, en cualquier sitio...

3 comentarios:

  1. alex !!
    es chulisimo, en serio, me encanta :) yo de ti me plantearia enviarlo a algun sitio o algo, no se... es imperionante !!
    y bueno, aqui tienes mi comentario !! ;)
    un beso !!

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  2. felicidades alex.... das prueba de un talento desmesurado...

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  3. Guapoooooooo! jajaja
    por fin puedo comentar, en que cosas más
    complicadas te metes!
    jaja(L)

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